Autor: Gloria Fuertes.
Ilustrador: Ulises Wensell.
Editorial: Escuela Española S.A.
Fecha 1ª edición: 1981.
Edad de los lectores: 6-7 años.
Justificación
En la elección de este libro confluyen varios intereses. He de indicar que la elección y el análisis de libro las he realizado antes de leer los apuntes sin saber el comentario que había sobre la poesía de Gloria Fuertes, y no he ido desencaminado.
En primer lugar uno de los motivos de la elección del libro es la propia autora, Gloria Fuertes, cuya forma de escribir para los niños siempre me ha llamado la atención. El ritmo, la musicalidad de los textos, los absurdos, las imágenes empleadas resultan atrayentes y divertidas para los más pequeños. Quizá tengamos una imagen de Gloria Fuertes de persona algo ñoña, parte debido al flaco favor que hicieron algunos humoristas acerca de ella.
Otro de los motivos que ha inclinado mi elección han sido los propios niños. Normalmente nos resulta más fácil a los maestros tratar en el aula textos narrativos y la poesía, como el teatro, es una de las grandes olvidadas. La poesía tiene ritmo, música, tiene también gran capacidad evocadora, es potente con el mundo simbólico, ¿por qué privar a los niños del mágico mundo de la poesía? En mi caso he de confesar que no he tenido la suerte de tener maestros que me iniciaran en este mundo y no quiero caer en el mismo error, olvidando la enorme potencialidad que puede tener la poesía en el desarrollo y maduración de los peques.
Análisis
Nos encontramos con un libro de 21 poemas narrativos elaborados por Gloria Fuertes. El libro hasta la edad aproximadamente de 5-6 años puede ser narrado por un adulto y a partir de esas edades lo pueden leer los niños. El formato del libro -pastas blandas, plastificado, manejable, pocas páginas- es cómodo para su lectura. Las historias son cortas y cada una de ellas está enriquecida con ilustraciones atrayentes. Los dibujos no tienen muchos colores y éstos son más bien de tonalidad pastel y algo apagados. Las imágenes utilizadas, realizadas con lápiz y acuarela y que ocupan más espacio que el texto, reflejan bien el contenido y ayudan a comprender la historia narrada en el poema. Tienen detalles que pueden resultar simpáticos para las edades a las que hacemos mención.
La tipografía empleada es redondeada y grande lo cual facilita la lectura silábica y por palabras para las edades de 6-7 años. Al estar el texto en la misma página que las ilustraciones el lector puede recurrir constantemente a los dibujos para verificar si ha comprendido bien lo que ha leído.
Respecto al contenido, al ser 21 poemas narrativos nos encontramos con personajes, historias, sucedidos y temáticas muy diversas. Podemos encontrar personajes como un pollito miope, un pincel calvo, un gato en cohete, un ratón goloso, una bruja que vuela en escoba con manillar, un niño y una niña con su amistad, un campesino con su burro, un niño moro y el toro, un gorrión verde,…
En cuanto a las temáticas, son cercanas, observables y sugerentes para los niños de estas edades: el que llevas gafas y se ríen de él (el pollito miope), los que presumen y son vanidosos (el pincel calvo), la amistad duradera de un niño y una niña (Flor y Pondio), la imaginación que va a descubrir otros lugares y tiene que volver a la realidad (el gato Garabato que va en cohete a la Luna y se da cuenta que se está mejor en casa), de mayor quiero ayudar a los que están peor o tienen menos oportunidades (el caballo pobre y el herrero), vamos deprisa y no sabemos por qué (Ben-Gala, el moro desmemoriado), no juzgues por las apariencias y conoce a los demás (Ben-Gala y el caracol. Ben-Gala y el toro se hicieron amigos), ser goloso trae consecuencias dolorosas (el ratón chiquitín, chiquitón), cuidado con lo que haces, en el intentar quedar bien delante de los demás puede ocurrir que acaben riéndose de ti (Corral Corralindo), la fidelidad del perro (Don Don y su Bombón),…
Uno de los poemas, “Corral Corralindo” aborda el tema del conflicto. Una chica que dentro del corral coge un pollo para enseñárselo a sus amigas pero a mamá gallina no le gusta la acción y va tras la niña picoteándola. Los chicos fuera del corral contemplan la escena riéndose por lo ocurrido. El poema expresa una de las situaciones que puede acontecer a un niño de esta edad en la interacción con sus compañeros: el conflicto. El conflicto es inherente a la relación, al crecimiento, a la interacción. El tema está en permanecer dentro de las normas y límites aceptados por el grupo en el conflicto y la agresión. En estas edades “encontramos una sensibilidad creciente en los niños referida a las normas de agresión juguetona y no juguetona, es decir, las burlas, los insultos y las amenazas físicas que encontramos en el límite de muchos episodios de interacción social entre los niños” “(Kathleen Stassen Berger y Ross A. Thompson, 1997).
Varios de los poemas abordan el tema de la amistad “Flor y Pondio”, “El tesoro del moro”, “Ben-Gala, el moro desmemoriado”, “Don Don y su Bombón”. En estas edades de 6-7 años “las amistades cobran cada vez mayor importancia, y la comprensión que desarrollan los niños sobre la amistad se hace cada vez más abstracta y compleja, a medida que los niños aprenden a equilibrar honestidad con protección, dependencia mutua con respeto por la independencia y competitividad con cooperación, conversaciones y acciones compartidas. Al mismo tiempo, los niños mayores perciben a sus amigos de formas psicológicamente más elaboradas porque tienen una comprensión de sí mismos más profunda y matizada” “(Kathleen Stassen Berger y Ross A. Thompson, 1997). La temática de estos poemas, por lo tanto se ajusta al desarrollo evolutivo de estas edades. Más adelante Kathleen Stassen Berger y Ross A. Thompson, indican que ”dado que los niños cada vez se vuelven más exigentes, sus grupos de amigos se reducen cada vez más”. En el libro analizado los grupos de amistad que aparecen son de dos personas, lo cual se ajusta a esta afirmación.
El poema “El caballo pobre y el herrero” está acorde con “A medida que el mundo de los niños se va ampliando durante este período, los niños también se preocupan más por las personas a las que no conocen personalmente, lo que les lleva a participar en conductas prosociales como las de recoger dinero para ayudar a los menos afortunados, o ayudar a limpiar en una comunidad vecina después de una inundación o una catástrofe…Su preocupación por las personas que no conocen se acompaña de un aumento de su comprensión moral que les permite apreciar por qué una acción concreta es justa o injusta, por qué las personas deberían ayudarse mutuamente incluso si no se deriva de ello ningún beneficio personal y por qué la guerra, el racismo, el sexismo y la pobreza son negativos” (Eisenberg y cols., 1987)
Los personajes empleados a veces son niños, en algún caso aparece algún adulto (Mago, Don Don, la bruja), animales u objetos personificados y algún personaje fantástico. A los más pequeños les gustan historias con protagonistas animales o niños en quienes se pueden reconocer. También les gustan personajes y situaciones fantásticas como brujas que vuelan en escoba, gatos que vayan a la luna en cohete, magos que tienen un tesoro, todo ello le ayuda, desde su vida imaginativa y fantástica a entender lo real. Esta edad “se considera como una época en la que se combinan muchas competencias distintas. Las aptitudes para aprender, analizar, para expresar emociones y para hacer amistades se han puesto en evidencia desde la primera infancia, pero ahora se conjuntan de una forma mucho más centrada y consistente, configurando una personalidad mucho más fuerte, unificada y segura de sí misma” (Collins, 1984; Bryant, 1985; Bandura 1981, 1989).
A estas edades de 6-7 años los niños tienen muchos temores: animales salvajes (toros, osos), animales pequeños (ratones, mosquitos), a seres imaginarios (brujas, duendes, magos … (Arnold Gesell, 1997). Gloria Fuertes presenta a alguno de estos seres con simpatía, que merecen ser conocidos y sin rasgos que puedan causar temor en los niños, lo cual puede ayudar a los pequeños a deshacer, a desaparecer de su imaginario miedos, recelos.
Aunque el libro se puede leer por los adultos para niños que se encuentren en la etapa animista, el libro puede emplearse para la etapa imaginativa (6 a 8 años) ya que son poemas cortos, de lectura fácil, breves y atractivos a la vista. La etapa imaginativa, que es la que propongo para la lectura de este libro (aunque también es conveniente para infantil) es una etapa en la que “se agudiza la autocomprensión, los niños se hacen gradualmente más autocríticos y su autoestima se resiente en cuanto empiezan a verse de forma más realista, con puntos débiles además de los puntos fuertes. Una de las razones que explica este fenómeno es que los niños de esta edad normalmente se evalúan comparando sus habilidades y logros con los de los demás”(Kathleen Stassen Berger y Ross A. Thompson, 1997). El poderse comparar con los protagonistas de los poemas, con parecidas experiencias a las suyas (el ratón glotón, el pincel presumido, el pollito miope, el niño moro que se hace amigo de un toro) son una buena ayuda para el trabajo de la autoestima.
Gloria Fuertes juega mucho con la musicalidad y el ritmo de las palabras, frases utilizando onomatopeyas, rimas, simulaciones de ruidos. En ocasiones utiliza palabras carentes de sentido para producir una musicalidad agradable. También juega con incoherencias, disparates: martillo de cristal, gorrión verde, la escoba se pincha, el perro sonreía con el rabo. A la edad de 6 años según la Prueba de Lenguaje Oral de Navarra (PLON 1991) el niño debes ser capaz de descubrir los absurdos verbales (habilidades metalingüísticas), absurdos de contenido y absurdos de forma (Ramón López-Higes Sánchez 2003). El proponer en el texto, como lo hace Gloria Fuertes, absurdos, suscita y anima a los niños en su descubrimiento. Además en esta etapa “los niños empiezan a disfrutar de las palabras de verdad, mientras van haciendo un ajuste semántico rápido de nuevas palabras en sus vocabularios….El placer de los niños con los juegos de palabras –claramente demostrado en los poemas que componen, en los lenguajes secretos que crean y en los chistes que explican- convierte esta etapa en una buena ocasión para ayudar a los niños de forma explícita a ampliar su vocabulario, aportando así una buena base para una autoexpresión más elaborada” (Kathleen Stassen Berger y Ross A. Thompson, 1997)
Conclusión
El libro es muy apropiado para iniciar a los niños en el mundo de la poesía con frases y palabras simples, con rima, lenguaje rítmico, repetitivo y referido al entorno cercano de los niños. En ocasiones, incluso hasta para el adulto resulta divertido por las ocurrencias y cómo utiliza la musicalidad y las imágenes. El libro juega con fantasías por la vía de la imagen, del sonido (disparates, incoherencias) lo cual resulta atractivo para los niños de estas edades.
Hasta los 5 años conviene que el adulto narre y respete bien los signos de puntuación para lograr la musicalidad pretendida por la autora, una musicalidad por cierto atrayente, alegre, divertida y que en muchas ocasiones sorprende y descoloca al lector.
Conviene que los niños desde los primeros años se inicien en el mundo de la poesía por su capacidad simbólica y evocadora por lo que este libro resulta muy adecuado para trabajarlo en clase, pero sobre todo en casa con los padres. “Muchos estudios han puesto de relieve la importancia, tal como destacaba Vygotsky, de la interacción social en el aula, no solo entre el maestro y el alumno, sino también entre los propios niños, y la importancia del apoyo que supone el hogar para adquirir habilidades académicas “(Kathleen Stassen Berger y Ross A. Thompson, 1997). En esta línea otros autores indican: “También algunos materiales (cuentos, juguetes educativos, objetos de la casa) que los padres compran a sus hijos o tienen en casa y permiten manipular, cumplen un papel importante en el desarrollo de las destrezas cognitivas de los niños, sobre todo si sus padres se implican con ellos en esos juegos” (Wachs y Gruen, 1982, en Desarrollo psicológico y Educación I, de Jesús Palacios, Alvaro Marchesi, César Coll). Además “las últimas investigaciones en el campo evolutivo han mostrado los beneficios pedagógicos de una mayor interacción en la clase, tanto entre maestros y alumnos como entre los alumnos mismos” “(Kathleen Stassen Berger y Ross A. Thompson, 1997). A esto yo añadiría los beneficios no solo pedagógicos, sino emocionales y morales cuando se trata de la interacción hijos y padres.
Bibliografía
Tablas dadas en la asignatura:
- Palacios, J., Marchesi, A., & Coll, C. (1992). Desarrollo psicológico y educación I: Psicología evolutiva. Madrid: Alianza. Pags. 221-226, 285-288
- Berger, K. S. (2007). Psicología del desarrollo: Infancia y adolescencia. Madrid [etc.: Medica Panamericana. Pags. 437-505.
- Gesell, A. L., Ilg, F. L., Ames, L. B., & Bullis, G. E. (1998). El niño de cinco a diez años. Barcelona: Paidós. Pags. 495-577
- López-Higes, S. R. (2003). Psicología del lenguaje. Madrid: Pirámide. Pags. 160-177
- Berger, K. S. (2007). Psicología del desarrollo: Infancia y adolescencia. Madrid [etc.: Medica Panamericana. Pags. 437-505.
- Gesell, A. L., Ilg, F. L., Ames, L. B., & Bullis, G. E. (1998). El niño de cinco a diez años. Barcelona: Paidós. Pags. 495-577
- López-Higes, S. R. (2003). Psicología del lenguaje. Madrid: Pirámide. Pags. 160-177
Otras fuentes
Tablas dadas en la asignatura:
- Cubells F. Evolución de los intereses del niño relación con la literatura.
- Centro de Orientación de Lectura. MEC (1990). Características de los cuentos según la edad y etapa del desarrollo lector.
- Asociación Nacional de Editores. Libros infantiles y edición.
¡Buenas noches, Fran!
ResponderEliminar¡Qué gran elección! Creo que son pocos los valientes que se atreverían a analizar un texto poético, así que te felicito por ello.
Había leído ya tu primer análisis, y ahora, al leer el segundo, he podido comprobar que has corregido todo aquello que Irune y los compañeros te ha comentado, añadiendo sus sugerencias y ampliando sobre todo las referencias bibliográficas. Considero que ahora es un comentario sólido, bien argumentado y que refleja bien la escritura de Gloria Fuertes.
Me han gustado especialmente las referencias que haces a la musicalidad; lo que más recuerdo de cuando era chiquitita y leía (o me leían) a Gloria Fuertes, es la gracia tan enorme que me hacían los nombres de los personajes (Flor y Pondio...¡genial!) y lo que yo interpretaba como ruidos, que con el tiempo aprendí a llamar onomatopeyas.
Creo que son este tipo de cosas las que pueden llegar a hacer que los niños se interesen por un género tan olvidado como es la poesía.
¡Enhorabuena por tu corrección!
Laura
Un excelente comentario, Laura. Estoy absolutamente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarFran, está perfecto. Como dice Laura, con tus añadidos el análisis (que ya era estupendo) ahora responde a todo lo solicitado.
ResponderEliminar